viernes, 23 de octubre de 2020

EL MEJOR REGALO PARA MI HIJO: Ayudarle a crear un propósito para su vida.

EL MEJOR REGALO PARA MI HIJO: Ayudarle a crear un propósito para su vida.

La vida es bella, aunque en  ocasiones puede resultar complicada para nosotros los adultos.
Entonces, imagínese lo difícil que puede ser para un niño, un adolescente o un joven que aun está procurando entender  el mundo.
Para que la vida sea agradable, es necesario tener un propósito, situaciones que nos impulsen diariamente y un sentido de pertenencia que nos hagan amar nuestra existencia.

Podemos biológicamente estar vivos. Pero vivir desde el ámbito emocional, va mas allá de un corazón latiente, o de un cerebro controlando todo nuestro cuerpo, vivir implica estar conectados con lo que nos rodea, sentir alegría por un amanecer y agradecimiento y plenitud por lo logrado en el día.

Es inherente al ser humano, tener situaciones agradables, y otras no tanto. La existencia no siempre se da de forma perfecta o en la forma en la que la idealizamos. Ya que hay circunstancias que son ajenas  a nuestro control. No obstante, esta en nuestro control elegir la actitud que determina la forma con la que afrontamos las diversas situaciones, y esto se relaciona con la forma que aprendimos que nuestros padres afrontan las adversidades.

En este sentido, creo que el mejor regalo que le podemos dar a un ser humano, es ayudarle a encontrar un propósito para su vida. Empezando por hacernos responsables de lo que nos corresponde. En este caso como padres, responsables de la crianza de nuestros hijos.

Y criar también implica enseñar.
1.     Si deseamos hijos felices, es menester  que en nuestro hogar, existan límites claros, que sean congruentes, que brinden estabilidad y organización, limites que enmarquen su vida; ya que esto, brindará una base emocional fuerte y firme.
2.  Darles un sentido de pertenencia: El demostrarles amor, respeto por sus emociones, se logra escuchándolos y  tomándolos en cuenta en algunas decisiones, por ejemplo el color de su cuarto o la forma en que acomodará sus pertenencias. Estas son decisiones que ellos pueden tomar y que no rompen con los reglas que ellos tienen que respetar guiados por los padres. 
3.     Ser flexibles, es decir enseñarles a que  si algo no funciona en una forma puede funcionar de otra. Ser padres firmes, pero también dispuestos a aceptar sus puntos de vista, e incluso reconocer cuando exista una equivocación ya que como adultos no somos perfectos, y esto le da al joven la elasticidad psicológica que le permitirá adaptarse a las diversas exigencias de la vida.
4.     Enseñarles a vivir en el aquí y el ahora. Implica que como padres resolvamos cada cosa  en su momento, que si algo nos molesta sea dicho en el momento en el que lo sentimos. Así también, disfrutar cada una de las actividades diarias, desde el desayuno hasta cada una de las tareas cotidianas.
5.     Comunicarnos asertivamente, hará que ellos también lo hagan, diciendo lo que nos gusta y lo que no, sin ofensas o chantajes. Sino, siendo claros, concretos y directos.
6.  Crearles metas. Tener un proyecto de vida para nosotros mismos, y ser perseverantes en su logro, al mismo tiempo que impulsamos a nuestros hijos a proyectarse en metas a muy corto plazo (para no saturarlos y lograr el efecto contrario). Así por ejemplo, una niña de 6 años puede motivarse diariamente en sus tareas escolares con la visualización de las recompensas que obtendrá al aprender a leer. Podemos decirle lo maravilloso que será cuando pueda leer tantos cuentos desee o pueda comprar ella sola en la tienda si aprender a sumar, restar etc. Tener un propósito les ayuda a centrar su energía y utilizarla positivamente.
7.   Hacerles la vida agradable. Si bien, es cierto, que  los hijos tienen responsabilidades, también tienen derecho a recrearse, a distraerse, de tal forma que vean en la vida, momentos de relajación y de diversión, que la vida es sacrificio pero también recompensa. Que se sientan a gusto y motivados en el hogar y no aburridos y con ganas de alejarse. 
8.     Basar el sentido de vida de nuestros hijos  en disfrutar cada momento y afrontar los obstáculos actuando responsablemente. En tal caso; evitando dañar a los demás, amando nuestro hogar, nuestro planeta y todo lo que contiene. Solo así lograremos que nuestros chicos sean felices.

Una persona feliz será productiva, al desarrollar todo su potencial, será proactivo y destellara su felicidad. No obstante una persona infeliz desaprovechara su talento o incluso lo utilizara en forma negativa.

Entendamos que la vida son instantes y que este instante es el preciso momento de nuestra existencia. La vida no puede ser pospuesta, La vida es aquí y ahora.

viernes, 9 de octubre de 2020

MUERTE ANUNCIADA Y DESEADA



Es la muerte, nuestra fiel compañera, parte inherente a la vida; que nos encara con la fragilidad y a la vez nos enseña que valiosa es la existencia.

Psicológicamente la mantenemos alejada de nuestra cotidianeidad, hasta que se nos apresenta cuando alguien cercano fallece, nos la topamos cara a cara y nos hace ver que somos frágiles y que podemos perecer en cualquier momento. Sin embargo, pasado el evento luctuoso,  nos avocamos a las diversas ocupaciones que nos vinculan con la vida, dispuestos a disfrutar el  día a día.

No obstante hay personas que ven en la muerte una aliada que les aliviara del malestar emocional que padecen, tal es el caso del suicidio; que se presenta cuando los recursos psicológicos están desgastados o débiles como  para encarar la diversidad de problemas existentes. Alguien que se encuentra sin un sentido en la vida, deseara la muerte y vociferará su búsqueda en lenguaje directo o acciones; como regalar sus cosas, abandonar su trabajo, abandonarse en su cuidado personal, practicar conductas autodestructivas o de riesgo. El sujeto con antelación anuncia que va a morir, y hasta como lo va hacer, se va familiarizando con la muerte y la vuelve deseada.

A diferencia de las muertes esperadas como en el caso de las enfermedades terminales, el suicido es un tipo de muerte que puede ser evitable. Siendo la fortaleza de la personalidad, la que influirá en que un sujeto vea a la muerte como la salida, entre otras alternativas que podrían existir y que sin embargo no logra visualizar.

Aclaremos que la debilidad no esta en el sujeto, sino en sus recursos emocionales, que incluyen la autoestima, la motivación y el sentido encontrado a la vida, y que se forman desde que somos niños, siendo provistos por nuestros padres o tutores con la manifestación de amor  y cuidado dedicado en nuestra crianza.

Sin embargo si estas figuras paternas no fomentaron el fortalecimiento de nuestro Yo interior, existen diversos especialistas que pueden ayudarnos a reestructurar nuestra psique, existiendo entonces la posibilidad de reencontrarle un sentido a la vida, a pesar de las circunstancias vívidas.

Siendo la contraparte de la muerte, la vida; mientras existamos podemos tambalearnos e incluso caernos, y por tanto también levantarnos.

ENFÓCATE EN TUS METAS

Una de las cosas que nos desaniman en cada emprendimiento que hacemos, meta qué nos fijamos u objetivo que nos planteamos, es el...