El Día de Muertos permite reencontrarnos con nuestros seres queridos ausentes; por tanto también es un día catártico. Al visitar a nuestros seres queridos y compartirles nuestro sentir, evocamos su recuerdo y simbólicamente los traemos al presente. De esta forma nuestros seres queridos continúan vigentes a través de los que continúan viviendo.
De ahí el impacto y la importancia en todo lo que hacemos en vida, ya que esto genera patrones de conducta, enojo o admiración hacia el fallecido.
Podemos trascender positiva o negativamente, según nuestras acciones, actitudes o ideas.
Es muy común que nos quejemos de la inseguridad y de la violencia. Sin embargo desde lo que nos corresponde podemos ayudar a disminuirlos; siendo honestos, entusiastas, proactivos y desde nuestro hogar, educando a nuestros hijos o familiares con limites consistentes, enseñándoles la honradez y la amabilidad. Sobretodo dándoles mucho amor para formar personalidades fuertes y bien estructuradas.
Curiosamente estos descendientes, al ser personas sólidas, serán seres proactivos, nobles y saludables; que a la vez formaran otros descendientes con características similares y así sucesivamente.
Todo empieza en el hogar. Nosotros formamos a los que siguen. El ser humano nace sin saber lo que es bueno o malo. Según el interés, el tiempo dedicado y el amor, será la personalidad lograda.
Todo esto me recuerda al psicólogo; John Broadus Watson. Que admitía poder adiestrar a cualquier niño para que se convirtiera en un especialista de cualquier tipo: médico, abogado, hombre de negocios e incluso mendigo o ladrón.
Ciertamente este concepto es un tanto rígido, sin embargo apropiado para darnos cuenta, de que la conducta del ser humano, no es producto de la casualidad.
Así como en el caso del suicidio, los hijos de padres suicidados tienen mayores probabilidades de repetir este acto doloroso. Así también de la forma en que actuemos en vida, nuestros descendientes aprenderán a enfrentar la vida.
Hoy nos hemos dado cuenta del impacto tan grande que tenemos en nuestros familiares y que a pesar de la muerte, se puede dar continuidad a nuestro legado. Nadie, por mas pequeño o considerado insignificante; lo es, como para no seguir viviendo, a través de los que aun existen.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario